Empieza el día des-pa-cito en La Alpujarra. Puede que pienses que el verdadero ritmo slow es apurar un ratito más en la cama, pero no. Levantarte 15 o 20 minutos antes te permitirá disfrutar con calma de algunos momentos mañaneros en la montaña que, si no vas con el tiempo al cuello, son todo un placer: tu Café en catifalarga, la ducha, elegir el look del día o, simplemente, asomarte a la ventana y contemplar la mañana durante unos minutos viendo el Barranco de Poqueira.
Ponle un límite a la multitarea. ¿Revisas facturas o chequeas el correo electrónico mientras te tomas desayunas? ¿Aprovechas el trayecto en metro para maquillarte? ¿Hablas por teléfono con tus amigas mientras preparas la cena? ¡Stop! Nunca es tarde para liberarse de esta “trampa” que nos han vendido como si de un súper poder. Que seamos capaces de hacer varias cosas a la vez no quiere decir que tengamos que ir constantemente en modo multitarea. Disfruta con calma de tu Té o Café y empieza bien el día.
Prueba con la meditación. O el yoga en Capileira, o las técnicas de respiración… Todas estas prácticas te ayudan a tomar consciencia del momento presente, a quitar el foco de prisas, obligaciones y preocupaciones. Son tus aliadas para desacelerar, bajar el ritmo de tu día a día y ayudarte a liberar el estrés.
El arte de no hacer nada. Na-da. Puede que en estos tiempos hiper competitivos no esté muy bien visto, pero rebélate y permítete experimentar la sensación de estar tirada en el sofá (sin móvil, sin tele), tomándote una de las Infusiones naturales o disfrutar de la experiencia de una caminata por Sierra Nevada a la contemplación del paisaje montañoso.
Libera tu agenda. ¿Siempre tienes planes y en tu vida no acabe el aburrimiento? Necesitas descubrir el placer de no tener la vida programada al milímetros. Puede que te parezca difícil, pero no es imposible. Solo hay que poner en práctica una nueva habilidad que es la de hacer una lista de cosas que no tienes ni quieres hacer. Empieza, por ejemplo, por alojarte en secreto en una Alojamiento Rural para ti solo y no hagas NADA.
Alíate con la naturaleza. Puede que no lo sepas, pero el contacto con la naturaleza es clave para liberarse del estrés y la vía más rápida para obtener una sensación de bienestar inmediata. No te conformes con planear escapadas de fin de semana de vez en cuando: si tienes la suerte de vivir cerca de la montaña, acércate a las montañas de Granada.
Atrévete a estar sol@. ¿Haces malabares para repartir tu tiempo entre familia, amigos y compañeros de trabajo? ¡No te olvides de ti! Necesitas descubrir los placeres de la soledad porque slow life implica no tener miedo a estar solo y en silencio, o lo que es lo mismo, en conexión con uno mismo. Reservarnos momentos de soledad es un paso imprescindible para el conocimiento personal y, en definitiva, para la felicidad.
Viaja slow. Eso significa que explorar un destino no consiste en ir a toda velocidad de monumento en monumento para no perdernos nada. Significa dejarnos llevar por el ritmo y las costumbres del lugar como Bubion, acercarnos a sus gentes y a sus tradiciones y fundirnos con el entorno muy cerca de Capileira. Las tres gamas de bebidas tienen un práctico formato ‘on-the-go’, para que puedas llevártelas y disfrutarlas donde más te apetezca.
Practica el “slow food”. Esta filosofía de vida nació en los años 80 cuando un gastrónomo italiano decidió tomar cartas en el asunto ante el auge del fast food. Reivindicaba volver a recorrer el mercado, elegir los productos, cocinar a fuego lento y comer en torno a una mesa y una conversación. Slow food significa también elegir productos respetuosos y ecológicos, como la gama Honest, que se elabora con ingredientes bio cultivados siempre de manera respetuosa con las personas y con el planeta.
Apaga las pantallas. Para embarcarte en la filosofía slow, hay que empezar a reservar momentos de desconexión. Si desde que te levantas hasta que te acuestas estás pendiente de alguna pantalla (móvil, ordenador, televisor…) te proponemos este reto: si al levantarte eres capaz de no echarle ni un vistacito al móvil hasta después de la ducha y el desayuno, ya te habrías regalado una manera slow de empezar el día. Y si una hora antes de irte a la cama te olvidas de las pantallas notarás como casi por arte de magia consigues un sueño más profundo y reparador.