‘La Nevada’ de Francisco de Goya, ha vuelto a la vida. Estaba amarilla porque el barniz estaba oxidado pero según iban avanzando las labores de la restauración, la nieve iba retomando el protagonismo.
Así, han logrado devolver la sensación de frío que Goya quería transmitir. Un trabajo minucioso tapando, incluso, los agujeros que rodeaban el perímetro de la obra y retocándolos con bisturí.
También se ha recuperado la pintura perdida en las costuras que unían las tres partes que forman el lienzo. Por ejemplo, en la cabeza del perro, en la zona del cuello donde se perdió bastante pintura original.
En la restauración se ha utilizado acuarela roja, el mismo color que usó Goya en el fondo del lienzo para preparar este cuadro. Un tono que luego el pintor dejó emerger en algunas zonas para dar la sensación de movimiento.
Y así, la restauración no solo ha rejuvenecido el cuadro, sino que también ha permitido que conozcamos mejor la técnica del artista.